Esta raya, de amplia distribución en el Océano Atlántico, en el Mar Mediterráneo e incluso en el Mar Cantábrico vive en fondos preferiblemente arenosos o rocosos de aguas no muy profundas, especialmente en la plataforma continental. Es común encontrarla semienterrada y parcialmente cubierta de arena.

Se trata de una raya de tamaño medio a grande, que puede alcanzar hasta 120 cm de ancho de disco, que es además muy redondo. La cola puede llegar a ser tan larga como el cuerpo y posee una espina venenosa que le ayuda a defenderse. Además, tiene pequeños pinchos en la zona de su columna que en realidad son dentículos dérmicos modificados.

Las poblaciones de esta especie están amenazadas principalmente por la pesca, especialmente accidental. Eso unido a que tardan muchos años en madurar sexualmente y a que tienen muy pocas crías, hace que sea una especie muy vulnerable y difícil de recuperar.