Se trata de una medusa de unos 30 o 40 cm. Los juveniles tienen la umbrela de color azul claro con puntos blancos y a medida que crecen, intensifican los colores. Su veneno no es especialmente peligroso para los humanos.

Las medusas campanas flotantes viven en la columna de agua, normalmente en grupos muy numerosos. Su alimentación se basa en zooplancton.

Son originarias del Océano Pacífico, pero se han convertido en especies invasoras y ya han accedido a otras zonas como el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo suponiendo una grave amenaza para su biodiversidad.

El ciclo de vida de las medusas tiene dos fases: medusa y pólipo. Las medusas adultas liberan sus gametos en el agua, dando lugar a una pequeña larva (reproducción sexual) que tras fijarse en el sustrato se convierte en un pólipo. En esta fase, el animal se reproduce de forma asexual dando lugar a pequeñas medusas llamadas éfiras y cerrando el ciclo.

Las medusas campanas flotantes no están amenazadas, todo lo contrario. El calentamiento global y la contaminación plástica favorecen su dispersión y supervivencia poniendo en peligro la estabilidad de múltiples ecosistemas.