Las julias viven generalmente en aguas poco profundas cerca de fondos rocosos o lechos cubiertos de algas. En el invierno pueden migrar a aguas más profundas, especialmente los machos.

Se trata de un animal hermafrodita secuencial protogínico: los ejemplares jóvenes son hembras y tras alcanzar los 18 cm aproximadamente, se transforman en machos. La transición entre ambos sexos puede durar desde pocas semanas hasta casi 6 meses. Es muy fácil distinguirlos ya que las hembras tienen franjas naranjas de cabeza a cola y son de menor tamaño que los machos, que tienen la cola negra.

Los machos de mayor tamaño y dominan territorios en los que hay harenes de hembras. Los machos de menor tamaño suelen vivir en grupos.
No se trata de una especie de gran interés comercial por lo que no se encuentra muy amenazada. Sus capturas suelen atribuirse a pesca artesanal y, por tanto, sostenible.