El Bioparc Acuario de Gijón estrena un área dedicada al bosque húmedo tropical americano con diferentes seres vivos protegidos, al ser especies amenazadas, como los ajolotes, rayas motoro y boas arco iris.
El Bioparc Acuario de Gijón ha comenzado el verano abriendo al público un nuevo espacio: el bosque húmedo tropical americano. Este ecosistema puede visitarse en la segunda planta y acoge nuevas especies originarias de distintas zonas de América: anfibios, reptiles y otros peces de agua dulce.
<<Buscamos aumentar continuamente la colección zoológica para ofrecer una visión más completa del mundo animal y cumplir con nuestros objetivos de concienciar, educar y conservar>>, apunta Susana Acle, responsable de veterinaria e investigación.
En ese caso hemos creado un ecosistema que busca evocar una selva americana aunque <<controlamos mucho que haya sintonía entre las diferentes especies que conviven, que sean compatibles y, sobre todo, que exista un equilibrio entre todas ellas como debe existir siempre en la naturaleza>>, añade Susana. De hecho, antes de exhibirse al público, todos los animales, han pasado por un proceso de cuarentena y aclimatación bajo la atenta mirada del equipo de veterinaria y biología.
Diez rayas motoro y cuatro peces cocodrilo
Las primeras en llegar las rayas motoro que viajaron desde el Bioparc Fuengirola y, tas el tiempo necesario de cuarentena, se han incorporado al nuevo tanque. Estas rayas se pueden ver en ríos como el Uruguay, Paraná, Orinoco y Amazonas, son una de las pocas rayas fluviales que existen, de hecho les gustan los márgenes arenosos para enterrarse en ellos y buscar a sus presas. Tienen una forma casi circular y una aguijón venenoso que utilizan para defenderse y, además, sus colores les permiten camuflarse para pasar desapercibidas.
Junto a las rayas conviven cuatro peces cocodrilo, una primitiva especie de agua dulce. Tienen un hocico muy característico, de ahí su nombre, largo y con muchos dientes para poder alimentarse de otros peces y pequeños crustáceos. Su cuerpo está cubierto de unas manchas redondas muy particulares y pueden llegar a medir más de un metro de longitud.
Nuevos terrarios
Frente al acuario se encuentran los terrarios que acogen a los reptiles y anfibios. En el primero encontramos diez ranas de ojos rojos, un atractivo anfibio de las selvas tropicales que destaca por sus vivos colores: unos grandes ojos brillantes, patas de color naranja y costados azules y amarillos. Los utiliza para asustar a sus depredadores y él, a su vez, es carnívoro nocturno, por lo que activan mucho más a última hora del día.
A continuación se encuentran dos boas arco iris, originarias de América del Sur y Central. Son unas serpientes espectaculares con una bella piel iridiscente a causa de la especial morfología de sus escamas. En la naturaleza viven en bosques húmedos y, también, son más activas por la noche, cuando capturan a sus presas – roedores, aves, lagartos y otras especies acuáticas – a las que dan muerte por constricción.
En el último terrario encontramos una elegante iguana espinosa de Utila, un paraíso de la biodiversidad tanto marina como terrestre. Esta especie, muy amenazada, suele vivir en los manglares y en los humedales costeros.
Ajolotes
Cierra el espacio cuatro ajolotes, los favoritos de todos los niños de la ciudad, y muy populares gracias al videojuego Minecraft. Son un tipo de salamandra del valle de México que vive en el agua y tienen una apariencia de renacuajo gigante con patas y cola. Estos animales cuentan con una característica muy especial ya que son capaces de regenera tanto sus extremidades, como la médula espinal o, incluso partes de su cerebro, por lo que son una especie muy estudiada en investigación científica. Sin embargo, se encuentran en peligro crítico de extinción y sus poblaciones en libertad son muy pequeñas.
Especies protegidas
<<El objetivo es concienciar de la importancia de preservar el hábitat de estos seres vivos, cuidar las especies y, en la medida de lo posible, potenciar su cría y reproducción>>, afirma Susana que no se cansa de repetir que la labor fundamental es preservar y educar, sobre todo a los niños, para que en cada visita no solo observen a los animales, sino que también aprendan importantes lecciones sobre la fauna y la conservación. Es importante hacer hincapié en las valiosa labor de los acurios en lo relativo al cuidado y preservación de las especies, muchas de ellas protegidas por el Convenio CITES – Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flores Silvestres – de forma individual.
Además, el Bioparc Acuario de Gijón también pertenece a la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios, con cuyos integrantes colabora de forma habitual. Todos los inquilinos que se han incorporado recientemente provienen de otros recintos, habiendo nacido la mayoría de ellos en cautividad. <<La buena relación que exidte entre todos los que formamos parte de la asociación nos permite no solo intercambiar animales, sino compartir conocimientos, experiencias y mejorar su cuidado, buscando en todo momento su bienestar. Es un trabajo conjunto>>.
Visita segura
En el Bioparc Acuario de Gijón hemos tomado muchas medidas para garantizar la seguridad de sus visitantes. El aforo del recinto se ha reducido lo suficiente como para mantener la distancia entre los grupos tanto en la colar como sobre todo una vez en el interior del Acuario. Además, se ha adaptado el sistema de ventilación forzada que renueva el aire en el recorrido y en todo momento se controlan los niveles de CO2. Para facilitar el acceso el Acuario ha incorporado un sistema de reserva por franjas horarias y, por ello, se está potenciando la compra de entradas a través de la web.